A
Mi corazón es una pradera, amplia y abierta, besada por el brillo infinito del sol.
B
En la quietud del crepúsculo, encuentro mis raíces, enredadas en susurros de la noche.
C
Florezco donde nadie se atreve, feroz y salvaje, contra el filo agudo del viento.
D
Suavemente me despliego, pétalo a pétalo, en el silencio de un sueño a la luz de la luna.
E
Mi espíritu baila bajo la lluvia, cada gota una nota en mi canción interminable.
F
Soy la chispa en la tormenta, brillando intensamente, indomable por la oscuridad.